El Los Santos Police Department (LSPD) anunció la expulsión inmediata y permanente de dos de sus oficiales tras una investigación interna que reveló múltiples violaciones graves al Código de Conducta Policial.
Se trata de Police Officer I Bruno Salazar (#666) y Police Officer I Tito Rivera (#304), quienes fueron hallados responsables de un patrón sistemático de comportamiento que, según el departamento, “traiciona los principios de integridad, respeto y servicio público que sustentan nuestra labor”.
Los motivos de la expulsión
El Departamento de Asuntos Internos documentó una serie de conductas incompatibles con el uniforme, incluyendo:
Uso excesivo e injustificado de la fuerza durante procedimientos rutinarios.
Violaciones flagrantes a protocolos en el trato con ciudadanos.
Comportamiento discriminatorio hacia miembros de minorías.
Falsificación de reportes oficiales para encubrir irregularidades.
Abuso de autoridad en múltiples ocasiones documentadas.
El comunicado oficial califica estas acciones como “una traición directa a los valores de la institución” y reconoce que impactaron gravemente en la confianza pública hacia la policía.
Contexto de reestructuración
La expulsión se produce en un momento clave para la institución, tras el inicio de la gestión de la Chief of Police Yasmine Sanders y el Captain II Andrew Kay.
En sus primeros días de mandato, la administración enfrentó críticas por parte de medios locales, que reportaron malestar ciudadano por agentes sin número de placa y presuntas intervenciones cuestionables.
Compromiso con la comunidad
En el mismo comunicado, el LSPD pidió disculpas a los ciudadanos que pudieron verse afectados directa o indirectamente por las conductas de los exoficiales.
La institución reafirmó su compromiso inquebrantable con:
El servicio honorable y profesional a la comunidad.
La protección de los derechos civiles.
La aplicación justa e imparcial de la ley.
La construcción de relaciones de confianza con los ciudadanos.
Asimismo, anunció un plan de acción que incluye:
Reforzamiento del entrenamiento en uso de la fuerza, derechos civiles y relaciones comunitarias.
Supervisión más estricta para detectar conductas problemáticas a tiempo.
Revisión integral de políticas internas para alinear al LSPD con las mejores prácticas policiales.
Mayor transparencia y canales de denuncia accesibles para la ciudadanía.
“No permitiremos que las acciones de unos pocos empañen el trabajo honorable de cientos de oficiales que sirven con integridad”, señaló el LSPD.
Reacciones ciudadanas y próximos pasos
En la comunidad, la medida ha sido recibida con sentimientos encontrados.
Algunos líderes vecinales ven la expulsión como un paso necesario para recuperar la confianza, mientras que otros exigen auditorías externas y un seguimiento constante de la conducta policial.
Fuentes del LSPD confirmaron que los casos podrían derivar en procesos judiciales si se comprueban delitos vinculados a los abusos cometidos.
La institución ha instado a cualquier ciudadano con información adicional a reportarla a través de los canales oficiales, garantizando que todas las denuncias serán investigadas.
Conclusión:
El LSPD envía un mensaje claro de tolerancia cero a la corrupción y el abuso, en un intento por marcar el inicio de una nueva era de transparencia y rendición de cuentas.
El reto ahora será mantener la confianza de los ciudadanos mientras la policía de Los Santos intenta reconstruir su imagen y fortalecer su relación con la comunidad.